¿Por qué sienten miedo los niños? ¿Los temores que siente mi hijo son normales? ¿Cómo puedo ayudarle a superar sus miedos? Quizá en alguna ocasión te hayas planteado estas u otras preguntas relacionadas con los miedos infantiles. Hoy quiero dedicar este artículo a esa emoción por dos motivos:
- Porque todos los niños a lo largo de su desarrollo pasan por distintas fases de miedos.
- Porque parece que es una emoción prohibida, de esas que no está bien sentir y que hay que tapar.
En este post voy a explicarte:
- Qué es y para qué sirve el miedo.
- Lo que NO debes hacer cuando tu hijo siente miedo.
- Lo que Sí debes hacer cuando tu hijo siente miedo.
- Cómo utilizar el dibujo para afrontar los miedos difíciles de vencer.
¿Qué es el miedo?
El miedo forma parte de las emociones básicas junto con la alegría, la sorpresa, la tristeza, el asco y el enfado. Es una emoción desagradable porque nos hace sentir mal, pero muy importante porque nos protege de aquellos aspectos que pueden dañar nuestro bienestar físico y psíquico. Es uno de nuestros mecanismos de defensa, que asegura nuestra supervivencia.
¿Necesitas controlar tus gritos?
Cuando los niños sienten miedo, lo más probable es que lleven a cabo alguna de estas reacciones:
- Huida. Salir corriendo de la situación temida o no querer entrar en ella. Si un niño que tiene miedo a los perros se encuentra con uno en el parque, se alejará del animal y buscará a sus padres para sentirse seguro.
- Bloqueo. A veces el miedo paraliza y evita que el niño pueda hablar o incluso moverse. Un ejemplo sería el niño que tiene que exponer su trabajo ante sus compañeros, pero no consigue articular palabra. Siente miedo a la evaluación que el resto de la clase pueda hacer de él.
- Lucha. Como método de supervivencia, el miedo puede llevar al niño a actuar de forma agresiva para poder defenderse de aquello que considera un peligro. Por ejemplo, seguro que estando en la playa o en la piscina habrás visto a algún niño que tiene miedo a meterse en el agua. Cuando sus padres le acompañan a darse un chapuzón, él les agarra con mucha fuerza, llora y grita hasta que le sacan de la situación temida.
Tipos de miedos más comunes en los niños.
Durante la primera infancia, se dice que los miedos son evolutivos. Es decir, que van cambiando en función de la edad que tiene el niño. Es importante que tu hijo vaya superando sus temores, para que no se queden estancados a lo largo de su crecimiento.
Los temores más comunes en los niños son:
- A las personas desconocidas. Este es uno de los temores más precoces en aparecer, entre los 6-12 meses. La función de esta reacción es claramente la protección, «a esta persona no la conozco y no sé si me puede hacer daño».
- Al abandono por parte de sus padres. Es lo que sienten los niños de entorno a los 2 años cuando se les deja en la guardería y lloran. Es el temor a perder a sus figuras de referencia, a sus padres. Con un período de adaptación el niño aprende que sus padres siempre van a volver a recogerlo.
- A los animales. Si tienes mascota en casa, o tu hijo se ha criado con animales a su alrededor será raro que surja este temor. Pero es verdad que entorno a los 4-5 años puede aparecer este miedo, y si no se trata de superar es muy probable que se estanque hasta la edad adulta.
- A la oscuridad. Suele aparecer entorno a los 4 años y es uno de los temores más comunes. No hay que ser estricto con que el niño duerma en completa oscuridad, durante la fase de superación de este miedo se puede permitir tener una luz tenue e indirecta que le facilite el descanso.
- A las tormentas. Es un temor que puede surgir entorno a los 6 años. Lo mejor que puedes hacer en estos casos es estar con él mientras veis como llueve, contar los relámpagos y explicarle cómo surgen las tormentas.
7 cosas que NO debes hacer cuando tu hijo siente miedo
Si quieres ayudar a tu hijo a superar sus miedos, estas 7 cosas son las que NO tienes que hacer:
- Asustarle con historias de aquello que le produce miedo. Sólo conseguirás que su miedo aumente y se estanque.
- Reírte del miedo que siente tu hijo, o decirle que es una «tontería». El miedo que siente tu hijo es completamente real, y no tener tu apoyo disminuye la confianza del niño en sí mismo y también la confianza que deposita en ti como padre.
- Transmitirle tus propios temores. Los miedos también se aprenden, así que es importante que seas un buen ejemplo a seguir para tu hijo. Si te dan miedo las alturas y lo pasas mal cuando tu hijo se acerca al balcón, no le grites para que se aleje. Así sólo le crearás un nuevo temor. Es mejor que te acerques al niño, lo tomes de la mano y con una voz tranquila le digas que ahí no puede estar.
- Obligarlo a afrontar el miedo en solitario. Quedarte en el pasillo mientras fuerzas al niño a entrar a la habitación sin luz, lo único que generará es un problema a largo plazo.
¿Necesitas controlar tus enfados?
- Usar sus miedos como método de castigo. De esta forma tu hijo no aprenderá nada positivo, sólo generará una personalidad sumisa y temerosa. Si quieres saber más sobre cómo disciplinar a tu hijo puedes consultar este artículo.
- Sobreproteger a tu hijo. Darle demasiada importancia a sus temores, evitando que se enfrente a ellos, no le permitirá poder crecer como persona. Le faltará confianza a la hora de tomar decisiones y generará una personalidad dependiente.
- Ignorar los miedos de tu hijo. Si no prestas la suficiente atención a tu hijo para ayudarle a superar sus temores, él no aprenderá a afrontar sus problemas y crecerá creyendo que no te interesas por su bienestar.
7 cosas que SÍ debes hacer cuando tu hijo siente miedo
Estas son las conductas que SÍ debes llevar a cabo para facilitar que tu hijo pueda hacer frente a aquello que te provoca temor:
- Utiliza la escucha activa. Permitirle que te explique a qué tiene miedo, ponerle nombre y hablar sobre ello. Ten en cuenta que lo desconocido siempre causa temor, así que poder conocer aquello que da miedo hará que éste desaparezca.
- Acoge y calma su emoción. Aceptar su miedo como real y ser comprensivo con él, le ayudará a hacerle frente. Además, le estarás enseñando a regular sus emociones.
- Transmitirle confianza y seguridad. Lo lograrás manteniendo la calma, acompañando a tu hijo y hablando con él sobre la realidad de aquello que le produce temor.
- Ayúdale a afrontar sus miedos. Permanece a su lado mientras comprueba que no pasa nada por acariciar a ese perro que tanto miedo le provoca, o que en la oscuridad de su habitación no se esconde ningún monstruo.
- Usa cuentos y juegos para descubrir aspectos divertidos referidos al miedo. En este enlace descubrirás algunos cuentos sobre monstruos y el miedo a la oscuridad, que te podrán servir. Trabajar el miedo de esta forma ayudará a tu hijo a sentirse más seguro y valiente.
- Enséñale como otros niños afrontan sus temores. Para esto también te valen los cuentos y las películas. La identificación con los personajes y el ver cómo estos superan sus miedos, puede ayudar a tu hijo a aprender nuevas estrategias.
- Refuerza cada paso que dé para vencer sus miedos. Hazle sentir valiente y capaz. Fomentarás en tu hijo una buena autoestima y la capacidad de tomar decisiones a pesar de las dificultades.
Para los miedo difíciles de vencer: la técnica del dibujo
En algunas ocasiones, a pesar de poner en práctica todo lo dicho anteriormente, resulta difícil conseguir que el niño supere su miedo. Para esos casos te recomiendo la Técnica del Dibujo.
¿En qué consiste?
- El niño dibuja lo que provoca su temor. No tiene que ser un gran dibujo, sólo tiene que dibujar como él quiera aquello que le da miedo.
- Pídele que te explique el dibujo. Este momento es el ideal para poner en práctica la escucha activa, permitiendo que el niño pueda ponerle nombre a su miedo. Detente todo el tiempo que sea necesario en este paso. No tengas prisa por pasar el siguiente.
- Cuéntale que el miedo se queda en el dibujo. Que de ahí no puede salir.
- Pregúntale: «¿Qué quieres hacer con el miedo?» Puedes darle opciones: pisarlo, hacer con él una bola, tirarlo a la basura, romperlo en mil pedazos… Lo que se os ocurra, pero que sirva para destruir el miedo.
¿Por qué funciona?
- Porque se está permitiendo al niño que exprese su miedo. Lo saca fuera de su mente proyectándolo sobre el papel, y se le da permiso para poder hablar del miedo sin tabúes.
- Porque es el propio niño el que pone solución al problema. De este modo recupera su poder y gana seguridad en sí mismo.
- Porque aprende que, cuando se siente mal puede hacer cosas para sentirse mejor.
Para terminar quiero recordarte que el miedo es una emoción sana y natural. Todo el mundo, niños y adultos, sentimos miedo y gracias a él nos protegemos de situaciones peligrosas.
Y tus hijos… ¿a qué tienen miedo? Te espero en los comentarios 🙂